Jóvenes y empleo

Autor: Econometría Consultores

La encuesta sobre sentimientos, expectativas y percepciones de los jóvenes sobre el paro nacional realizada hace unos días por el Centro Nacional de Consultoría y CM& muestra que en el primer lugar de los temas más urgentes que el actual gobierno debe resolver se encuentra el empleo para jóvenes, seguido muy de cerca por la diminución de la pobreza. Las cifras corroboran este sentimiento. Mientras en 2020 la tasa de desempleo total alcanzó 15,9%, en la población joven fue mucho más alta, llegando a 24,2%. Casi uno de cada cuatro jóvenes cayó en desempleo. En las 23 ciudades y áreas metropolitanas, el desempleo juvenil fue de 28%, alcanzando niveles funestos en ciudades como Ibagué y Neiva, con tasas de desempleo juvenil de 37,6% y 36,3% respectivamente, y con 12 de las 23 ciudades con desempleo juvenil por encima de 30% y ninguna por debajo de 20%.

El desempleo juvenil enfrenta barreras estructurales. En el 2019, antes de la pandemia, la tasa de desempleo total fue de 10,5%, pero la de los jóvenes alcanzó 17,7%, y para el período 2011-2019 el desempleo juvenil en promedio fue 17,3%. Es decir, la pandemia no creó un problema que no existía; al revés, profundizó un problema que ya era estructural en Colombia. Y esto indica que se debe resolver de manera urgente y estructural.

Esta debacle no se da solo en Colombia. Una encuesta realizada por la Fundación Forge al inicio de la pandemia en Argentina, México, Chile, Perú y Uruguay a cerca de 10.000 jóvenes muestra que aportaron casi el doble de la tasa de despidos, con mayor participación de los jóvenes con menor nivel educativo, y que mientras 76,8% afirma que su principal contención para enfrentar el desempleo la encontró en su familia, solo 9% la encontró en alguna acción del Estado.

Las expectativas sobre el empleo en el futuro también son preocupantes. Para 41% la perspectiva en los próximos seis meses es el desempleo. Otra encuesta a cerca de 6.500 jóvenes en los mismos países realizada al final del año pasado comprobó que las expectativas son bajas, con 61% de los jóvenes avizorando un inicio de contratación lento, y con un desencuentro en el tipo de contratación. El 51% de las empresas ofrecerá contratos full time, mientras solo 34% de las personas jóvenes prefiere esta opción, y 27% de las empresas ofrecerá turnos rotativos, mientras solo 12% de las personas jóvenes busca esta opción.

Un análisis de la OIT identifica otros choques relacionados con el mercado laboral que los jóvenes pueden sufrir de manera desproporcionada por la pandemia, en particular, la interrupción de sus programas educativos o de formación y el descalabro de sus emprendimientos además de la caída de sus ingresos y la perspectiva de enfrentar mayores dificultades para encontrar una ocupación en el futuro. Se puede llegar a efectos persistentes en la “generación del confinamiento”. Un estudio longitudinal en Suecia muestra que los efectos en la salud mental de las personas que sufren episodios de desempleo mayores a seis meses en su juventud pueden extenderse hasta 14 años después con episodios de depresión y ansiedad.

En suma, el país está enfrentando un reto estructural que puede tener efectos a largo plazo sobre los jóvenes. Por esto, es urgente diseñar una política integral para generar empleo para los jóvenes. Entre las políticas aplicadas en varios países para enfrentar el desempleo juvenil se encuentran el apoyo a las empresas de los sectores más afectados proporcionando ayuda tanto a los trabajadores jóvenes como a los empresarios, programas de subsidios salariales que incluyen a los jóvenes, y programas de empleo público dirigidos específicamente a los jóvenes.

Desde la institucionalidad laboral, y en particular los servicios de empleo, asistir a los jóvenes en la búsqueda de empleo y apoyar a los jóvenes emprendedores. Dos políticas muy importantes deben centrarse en la formación para el trabajo garantizando que los sistemas de educación y formación respondan mejor a la demanda del mercado laboral en los sectores y ocupaciones en crecimiento en consonancia con las políticas de recuperación.

En Colombia se han diseñado otras políticas para impulsar el empleo juvenil que pueden revisarse y aumentar su escala y su cobertura. Entre ellas, los programas Jóvenes en Acción y 40.000 primeros empleos, y la ley de Primer Empleo (Ley 1780 de 2016) a la cual se suman las disposiciones tributarias de la Ley 2010 de 2019. Sobre Jóvenes en Acción, la evaluación realizada por Econometría encontró un gran impacto en los jóvenes, pero especialmente en aquellos que contaron con un componente denominado Habilidades para la Vida basado en el desarrollo de competencias blandas. Su probabilidad de emplearse se incrementó en alrededor de 20 puntos porcentuales.

Sobre el programa de 40.000 primeros empleos Econometría encontró en la evaluación de impacto que un tercio de los jóvenes siguió vinculado a su trabajo después del salir del programa. Por su parte, las dos leyes incluyen esquemas de subsidio al empleo de carácter temporal, y la Ley de Primer Empleo tuvo efectos positivos en la formalización laboral. Otra política implementada recientemente busca enfrentar la barrera que enfrentan los jóvenes para ingresar al mercado laboral por su falta de experiencia abriendo la posibilidad de prácticas en el sector público. La evaluación, adaptación de las mejores prácticas y escalamiento de estas políticas pueden ayudar a enfrentar este gran reto.

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Maira Quiroz
Financial Assistant
Maira Quiroz is an expert in Finance and Foreign Trade at UNIEMPRESARIAL, who has worked with Econometría for the last two years providing support in finance and administration. She has experience in management of international operations, treasury, delivery of financial reports, and administrative management.
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Rodolfo Heredia
Fundador
Rodolfo Heredia es Economista de la Universidad de los Andes (1965) y Demógrafo de la Escuela Woodrow Wilson de la Universidad de Princeton (1966). Tiene más de 30 años de experiencia en consultoría y estudios de desarrollo urbano, impacto social, socioeconómico, sociodemográfico, educación, empleo, salud, población, encuestas y análisis estadístico a nivel nacional.
Rodolfo Heredia
Fundador
Rodolfo Heredia es Economista de la Universidad de los Andes (1965) y Demógrafo de la Escuela Woodrow Wilson de la Universidad de Princeton (1966). Tiene más de 30 años de experiencia en consultoría y estudios de desarrollo urbano, impacto social, socioeconómico, sociodemográfico, educación, empleo, salud, población, encuestas y análisis estadístico a nivel nacional.
Bernardo Kugler
Fundador
Bernardo Kugler se graduó como Ingeniero Civil de la Universidad Nacional de Colombia en la promoción de 1962 e ingresó, recién graduado, como profesor de la Facultad. En 1977, se fundó la firma de Consultoría Económica llamada Econometría con el fin de emprender trabajos que contribuyesen a la solución de problemas específicos planteados por instituciones privadas o públicas. Fue el primer director de la firma, hasta 1979 tras haberse establecido su personería jurídica.
Bernardo Kugler
Fundador
Bernardo Kugler se graduó como Ingeniero Civil de la Universidad Nacional de Colombia en la promoción de 1962 e ingresó, recién graduado, como profesor de la Facultad. En 1977, se fundó la firma de Consultoría Económica llamada Econometría con el fin de emprender trabajos que contribuyesen a la solución de problemas específicos planteados por instituciones privadas o públicas. Fue el primer director de la firma, hasta 1979 tras haberse establecido su personería jurídica.