El empleo es la principal fuente de generación de ingresos de la población, luego, es una herramienta poderosa para impulsar la prosperidad y crecimiento económico. En 2024 la principal actividad económica en la ruralidad colombiana continuaba siendo la agropecuaria, que generó 53,2% de la totalidad de los puestos de trabajo, seguida de lejos por el comercio con 9,1%. Además, en la ruralidad el comercio y otras actividades dependen en buena medida de la dinámica de la actividad agropecuaria. También es relevante mencionar que, según el Ministerio de Agricultura, el sector agrícola que más había crecido en la última década había sido la palma de aceite con casi 600.000 hectáreas y cerca de 7.000 productores, de los cuales 72% eran a pequeña escala y 31% eran mujeres.
Adicionalmente, a finales de 2024 la empresa Soluciones Estratégicas de Información, SEI, financiada por Fedepalma, levantó una encuesta muy detallada del empleo directo en el sector de palma de aceite en Colombia durante 2023. De los resultados de la encuesta presentados en la 21a Conferencia Internacional sobre Palma de Aceite, realizada del 23 al 26 de septiembre de este año, vale la pena resaltar los resultados sobre el nivel de formalidad.
La encuesta permite examinar la evolución laboral en el sector respecto a una primera encuesta que se realizó en 2016 en compañía del Dane, pues son comparables y mantienen la metodología propuesta por el Dane. A partir de esta información un estudio de SEI en el que Econometría hizo análisis se encontró que entre 2016 y 2023 el empleo directo en el sector palmicultor se incrementó en 37,9%, evidenciando la ampliación contundente de esta actividad económica en el país y su importancia como generador de oportunidades laborales.
Ahora bien, el empleo se transa en el mercado laboral con la particularidad de que lo transado (el trabajo realizado) no se puede separar del vendedor (el trabajador). Por ello, la relación entre empleadores y trabajadores cobra especial importancia; la calidad del empleo y las condiciones adecuadas son relevantes para optimizar la productividad y el bienestar. En ese sentido un indicador clave es la formalidad laboral, el cual, especialmente en el sector rural y agropecuario ha sido un asunto rezagado en Colombia. Según cifras del Dane, la formalidad laboral en el trimestre marzo-mayo de 2025 rondaba 44,1%, mientras que esta cifra en el sector rural fue de solo 16,2% y de 15,6% en el agropecuario.
Para analizar la formalidad en el sector palmicultor se preguntó por el tipo de vinculación del personal. Se encuentra que los principales tipos de vinculación en 2023 fueron el contrato a término indefinido (35,5%) y el contrato a término definido (26,6%). En otras palabras, estos dos tipos de vinculación se usaron casi en dos de cada tres vinculaciones. Esta información, contrastada con la obtenida para 2016 exhibe un cambio estructural, pues en ese año la principal forma de vinculación era el contrato por prestación de servicios, obra o labor (23,9%), seguida del contrato a término indefinido (20,7%) y a término fijo (19,3%) (Ver gráfica). Los resultados indican que en la palmicultura colombiana ha habido un fuerte proceso de aceleración de adopción de las prácticas del segmento formal de los mercados laborales.