El asunto importante es brindar condiciones laborales estables, suavizando o manteniendo el bienestar general ante los movimientos propios del entorno, el mercado laboral y la economía. El objetivo es que los trabajadores estén en el mejor puesto de trabajo posible, esto no es siempre el mismo puesto, haciendo una carrera laboral, no necesariamente en la misma empresa, y que las empresas puedan ir adecuando su plantilla a los cambios de sus entornos para ser más productivas y competitivas, mientras están interesadas en mantener una fuerza de trabajo en la que han invertido en formación a la medida de sus necesidades.
Los países desarrollados han entendido esto. Por ello, como lo ha documentado la Comisión Económica para América Latina y el Caribe – Cepal, esos países han creado y fortalecido continuamente sus sistemas de subsidio al desempleo, acompañado de políticas activas que incentivan la creación de empleo y la contratación formal, promueven la formación para el trabajo pertinente y cuentan con robustos servicios de empleo.
Ahora bien, los mejores sistemas de subsidio al desempleo brindan una transferencia de dinero lo suficientemente alta como para facilitarle a una persona que perdió su trabajo que emprenda un proceso de búsqueda de uno nuevo con iguales o mejores condiciones al que perdió. El tiempo de búsqueda subsidiado está ligado a la duración del desempleo promedio, en las economías sólidas esto es aproximadamente tres meses, pero en Colombia, según cálculos que pueden realizarse con las encuestas del Dane, esto debería ser alrededor de un año. Por eso, se debe acompañar a las personas que buscan con un Servicio de Búsqueda de Empleo ágil y con cobertura nacional. La Cepal también resalta que muchos países complementan el seguro al desempleo con una innovación; se trata de cuentas de ahorro individual por desempleo a las que aportan trabajadores y empleadores.
¿Sabe usted si en Colombia existe un sistema de subsidio al desempleo? Pues, sí, sí lo hay, se llama el Mecanismo de Protección al Cesante (MPC) y este primero de mayo cumple 10 años de su existencia desde que el Ministerio del Trabajo lo inauguró. El MPC se financia por recursos del Sistema de Subsidio Familiar que se operativiza a través de las Cajas de Compensación Familiar. A través del MPC se brindan módicas prestaciones económicas, capacitación al buscador de empleo, fomento empresarial y se articula con el Servicio Público de Empleo.
Además, en Colombia existen las cesantías, las indemnizaciones y los costos de despido. Todos ellos herramientas para facilitar la rotación laboral de los trabajadores entre puestos de trabajo. Hay recursos, pero están dispersos y ni siquiera se conoce su propósito. El colombiano promedio ve las cesantías como una prima extra. La falta de visión de país que articule esas herramientas y las haga potentes para mejorar el bienestar de la población económicamente activa (los que trabajan y los que buscan trabajo) y del empresariado ha generado un mal uso de nuestros recursos y perdida de potencialidades de nuestra principal riqueza, nuestra gente.
Como se puede inferir, el MPC es un paso que Colombia ha dado en la dirección correcta. No obstante, dista de tener la capacidad y fortaleza para brindar condiciones laborales estables. En gran parte porque al ser financiado solo por los recursos en las Cajas de Compensación Familiar, por ley, solo cubren a quienes aportaron, es decir, a los trabajadores formales ¿Y el resto de la población? El Estado colombiano, que somos todos, debe meterse la mano al bolsillo para potenciar el subsidio al desempleo y dado que hay recursos, organizarlos, sumarlos y usarlos eficientemente. Afortunadamente, estamos ante una coyuntura de cambios. Es el momento modificar de manera profunda las condiciones de nuestro mercado laboral, de nuestro país. El impulso que se necesita, aunque importante, luce pequeño frente las reformas que están marcha. Potenciar el sistema de seguro al desempleo es factible, es un sueño posible para Colombia ¿Quién abanderará esta causa?… Es loable, benéfica y está a la mano.