Soluciones duraderas como enfoque de intervención

Autor: María Gloria Cano

Hacer una radiografía de la extrema pobreza en Colombia conlleva encontrar entornos carentes de bienes públicos, cooptados por economías ilegales, personas con exclusión económica y social condicionada por analfabetismo o un bajo nivel educativo, sin mayores activos y con informalidad laboral. Así mismo, hogares marginados en los cuales predomina la jefatura femenina, con presencia de personas con discapacidad y embarazo adolescente, y adicionalmente con traumas sin cerrar relacionados con situaciones de violencia, desplazamiento o migración forzada, que generan autoexclusión.

Todo lo anterior reproduce el ciclo vicioso de la extrema pobreza, de generación en generación.

En este contexto adverso pareciera que las intervenciones centralmente planificadas en donde los sujetos son los hogares y/o las personas de manera individual, no logran romper las trampas de la pobreza. Por ejemplo, esfuerzos por lograr la inclusión laboral de personas en situación de pobreza extrema y de desplazamiento forzoso a través de rutas de empleabilidad se ven frustrados ante la imposibilidad de ellas para transportarse en los horarios exigidos o de solucionar el cuidado de sus niños y niñas menores de cinco años.

Por otra parte, la focalización individual impuesta sobre las personas víctimas del desplazamiento forzado o migrantes y refugiados, sin integrarlas con la población de acogida, donde las comunidades comparten carencias similares, genera fragmentación, xenofobia y estigmatización, impide la consolidación del tejido social y el camino hacia la inclusión. En la mayoría de los casos, las soluciones son traídas por terceros, diseñadas a nivel técnico e impuestas sobre las comunidades, y no son apropiadas por estas. Los individuos son receptores pasivos de las ayudas, sin generarse sostenibilidad en las soluciones.

Frente a esta situación es necesario un nuevo enfoque, el de soluciones duraderas, como se expone en el Libro ‘Colombia después de la pandemia: La urgencia de lo estructural’, de Econometría, en donde se reconoce el entorno como condicionante en la calidad de vida de las comunidades. Se busca el restablecimiento de la ciudadanía y la dignificación a través de procesos participativos.

Ello implica un cambio profundo en la forma de trabajar con la población, pasar de un enfoque individual a uno comunitario, en el cual las comunidades construyen sus soluciones con las autoridades municipales a partir de un esquema facilitado por actores que tengan reconocimiento en la comunidad. Estos actores se pueden interpretar como nodos articuladores, o “enablers”.

Las experiencias que se han vivido en el país han demostrado que estos ‘nodos articuladores’ pueden ser diversos. En algunos casos han sido agencias de cooperación con fuerte presencia en el territorio que han servido de facilitadores en procesos de alianzas público-privadas en torno a una comunidad y han logrado avanzar en romper barreras del entorno que replicaban las condiciones de pobreza extrema. Se cuenta con ejemplos replicables como las experiencias en Cúcuta en el barrio Las Delicias, que en 2016 fue reconocido legalmente por el municipio, logrando con ello acceso a servicios esenciales, mejoramiento de vías, transporte público y un proceso de mejoramiento significativo del entorno y de la integración local urbana.

En el ámbito rural, igualmente existen ejemplos que involucran soluciones duraderas con la titulación de tierras acompañada con proyectos productivos que han transformado la calidad de vida de toda comunidad. En todos los casos, se acompañó con una institucionalidad multiactor con la comunidad como protagonista, en donde se implementó un proceso que parte de la construcción de confianza y de dignificación, diálogo, reconocimiento, liderazgos jóvenes y femeninos, construcción de comunidad y atención psicosocial.

Romper las trampas impuestas por el entorno debe acompañarse con un portafolio de oferta de servicios por parte del estado, que reconozca las situaciones diferenciales de los hogares, pero trabajada desde el diálogo con la comunidad, en donde sea esta misma la que aporte elementos para la focalización. En la medida que es la misma comunidad la que reconoce las brechas por cerrar, las acciones afirmativas serán acciones sin daño que viabilizan la posibilidad de integración y generan soluciones compartidas.

Estas acciones afirmativas deben dirigirse al cierre de brechas culturales, de formación para el trabajo en los nuevos ámbitos de residencia, de mejoramiento de los niveles educativos y de atención psicosocial para evitar círculos viciosos de estrés, ansiedad, aversión exagerada al riesgo, entre otros.

La construcción de estas soluciones duraderas debe ser un propósito que trascienda las intervenciones puntuales de corto plazo, impuestas, independientes y desarticuladas. Parte del reconocimiento de los contextos como condicionantes de la realidad que enfrenta cada una de las personas que habita una comunidad, y en la medida en que exista el compromiso de los diferentes actores, pero principalmente de las autoridades locales y nacionales, se podrán transformar estas realidades, y avanzar en la integración social y económica de las poblaciones hasta ahora excluidas, con plena participación de las bases comunitarias.

Artículos Relacionados

Comparte este artículo

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin

© 2022 Econometría Consultores SAS | Todos los derechos reservados | Mapa del sitio

Maira Quiroz
Financial Assistant
Maira Quiroz is an expert in Finance and Foreign Trade at UNIEMPRESARIAL, who has worked with Econometría for the last two years providing support in finance and administration. She has experience in management of international operations, treasury, delivery of financial reports, and administrative management.
Maira Quiroz
Financial Assistant
Maira Quiroz is an expert in Finance and Foreign Trade at UNIEMPRESARIAL, who has worked with Econometría for the last two years providing support in finance and administration. She has experience in management of international operations, treasury, delivery of financial reports, and administrative management.
Rodolfo Heredia
Fundador
Rodolfo Heredia es Economista de la Universidad de los Andes (1965) y Demógrafo de la Escuela Woodrow Wilson de la Universidad de Princeton (1966). Tiene más de 30 años de experiencia en consultoría y estudios de desarrollo urbano, impacto social, socioeconómico, sociodemográfico, educación, empleo, salud, población, encuestas y análisis estadístico a nivel nacional.
Rodolfo Heredia
Fundador
Rodolfo Heredia es Economista de la Universidad de los Andes (1965) y Demógrafo de la Escuela Woodrow Wilson de la Universidad de Princeton (1966). Tiene más de 30 años de experiencia en consultoría y estudios de desarrollo urbano, impacto social, socioeconómico, sociodemográfico, educación, empleo, salud, población, encuestas y análisis estadístico a nivel nacional.
Bernardo Kugler
Fundador
Bernardo Kugler se graduó como Ingeniero Civil de la Universidad Nacional de Colombia en la promoción de 1962 e ingresó, recién graduado, como profesor de la Facultad. En 1977, se fundó la firma de Consultoría Económica llamada Econometría con el fin de emprender trabajos que contribuyesen a la solución de problemas específicos planteados por instituciones privadas o públicas. Fue el primer director de la firma, hasta 1979 tras haberse establecido su personería jurídica.
Bernardo Kugler
Fundador
Bernardo Kugler se graduó como Ingeniero Civil de la Universidad Nacional de Colombia en la promoción de 1962 e ingresó, recién graduado, como profesor de la Facultad. En 1977, se fundó la firma de Consultoría Económica llamada Econometría con el fin de emprender trabajos que contribuyesen a la solución de problemas específicos planteados por instituciones privadas o públicas. Fue el primer director de la firma, hasta 1979 tras haberse establecido su personería jurídica.